- Antes de desabrochar el pañal conviene esperar ya que los cambios de temperatura suelen provocar que orinen.
- En las niñas recién nacidas podemos encontrar un ligero manchado de color rojo en el pañal que, en principio, no supone ningún motivo de alarma. Se trata de sangrado vaginal fruto de las hormonas que la madre le ha transmitido. Si no desaparece en breve sí hay que acudir al pediatra.
- Como los niños orinan hacia arriba, lo mejor para evitar que nos pongan perdidos si hay un escape es colocar una toallita sobre el pene.
- La primera evacuación será una sustancia espesa, de color verdoso o negra conocida como meconio. Una vez que el recién nacido la haya expulsado de sus intestinos comenzará la evacuación normal, y serán más blandas y claras.
- Hasta los cuatro años la piel de los niños no alcanza el grosor de la de un adulto, por lo que para evitar dañarla hay que optar por productos suaves y eficaces.
- A la hora de la protección, el talco es un producto desterrado: no ayuda a prevenir la dermatitis de la zona del pañal y además puede ser dañino si el bebé lo inhala.
- Nunca hay que utilizar pañales más pequeños de la talla del niño, porque acabará provocándole rozaduras. Si el peso del bebé está en el límite del indicado en la etiqueta del pañal, lo mejor es elegir la siguiente talla.
- En los primeros meses los bebés duermen muchas horas, por lo que conviene elegir un pañal con gran absorción.
- Cuando la movilidad del niño aumenta o cambia su dieta conviene optar por un pañal con una buena capacidad de absorción y retención.
Fuente foto: Kevin Phillips via flickr