Características que debemos tener en cuenta a la hora de comprar una trona:
1. La trona debe crecer y adaptarse a la edad de tu hijo, para que puedas aprovecharla durante el máximo tiempo posible. Hay tronas que están homologadas desde el nacimiento, pero deberás utilizarlas en posición reclinada para que la columna vertebral del bebé, que todavía no está formada, no sufra desviaciones.
2. La trona debe ser fácil de limpiar, ya que ésta se usará en cada comida y los bebés son especialistas en esparcir la comida. Que las fundas sean extraíbles y lavables a máquina es imprescindible, y si la tela está tratada contra las manchas podrás limpiarla con una toallita sin tener que lavar la funda cada vez.
3. La bandeja de la trona debe ser grande, antideslizante y extraíble. Así nos cabe el plato, el vaso, los cubiertos… y los juguetes o cuentos para distraer al bebé el día que hay algo que no le gusta.
4. El respaldo de la trona debe tener diferentes posiciones de reclinado. Así, si dejamos al bebé en la mesa mientras los padres comen y quiere hacer la siesta, siempre podemos reclinar el respaldo y dejarlo durmiendo.
5. La trona debe regularse en altura para que puedas acoplarla a cualquier mesa y se adapte bien a tu altura. A medida que el bebé crece será necesario subirla menos, en caso contrario el niño quedará demasiado alto y no estará cómodo ni él ni nosotros.
6. Si la trona tiene ruedas será más fácil moverla fácilmente por casa. Y si la trona puede girar 360 grados podremos instalarla de forma más fácil en cualquier tipo de mesa y podremos girar al bebé hacia papá, hacia mamá o hacia la mesa.
7. Comprueba que el asiento está bien acolchado y es amplio para que tu hijo esté cómodo. Si además de las batallas causadas por la comida la trona es incómoda, el momento de la comida puede ser horrible.
Fuente foto: Amazon